Cartas al editor

Resumen

Muy estimado Señor Editor:

Me entristeció la declaración realista del Dr. Ángel Catalán Ojeda, de la Secretaría de Salud, cuando en reciente conferencia en el Instituto de Perinatología nos indicó que en México la preeclampsia sigue siendo la principal causa de muerte materna directa (33 por ciento). Me entristece porque esto significa que no hemos progresado y que a semejanza de lo que ocurre en países subdesarrollados, las muertes maternas directas prevenibles no han sido abatidas significativamente.

No hace muchos días que, en amistosa reunión médica en otro hospital, coincidimos todos los galenos allí reunidos acerca de los notables y en ocasiones espectaculares adelantos en los procedimientos diagnósticos y terapéuticos, tanto preventivos como correctivos. Comentábamos que en cuatro décadas hemos asistido a transformaciones radicales en el ejercicio de la medicina. Hay adelantos que ni los más sabios de mis maestros pudieran anticipar. También comentamos en las frustraciones consistentes en ausencia de progresos o de mínimos adelantos y dimos como ejemplo a la preeclampsia. El origen de esta enfermedad ha permanecido ignorado e inclusive son tantas las explicaciones que han sido ofrecidas, que se le conoce desde hace 45 años cuando abrí mi primer libro de obstetricia, como «la enfermedad de las teorías». Por cierto, que permanece vacío el nicho que en el Hospital Cook Country en Chicago, alojará el busto del médico que descubra su etiología. Necesitamos programas preventivos útiles y qué bueno que las autoridades pondrán énfasis en su debida instrumentación, porque el éxito dependerá de que haya entendimiento y comprensión por parte de la mujer mexicana, para ser debidamente informada de la necesidad e ineludible obligación que contrae para asistir a recibir atención prenatal apropiada, a fin de que la enfermedad pueda ser identificada en su etapa inicial y susceptible de curación.

Infortunadamente el analfabetismo y la pobreza son y seguirán siendo los principales tropiezos para el logro de tan deseable finalidad que persigue la Secretaría de Salud. Al terminar nuestra reunión de médicos militares, mencioné también las palabras realistas del doctor John Quennan, editor de la revista más leída por los gineco-tocólogos estadounidenses, a saber: «Es tan importante la atención prenatal, que el 80 por ciento de las complicaciones obstétricas que vemos en nuestro país, tienen su origen en el 20 por ciento de las mujeres estadounidenses que no acuden a recibirla».